S&P eleva el rating de España a 'A+' por su fuerte crecimiento económico
La agencia de calificación crediticia S&P Global ha decidido este viernes elevar el rating de España a 'A+', con "perspectiva estable" y destacando el fuerte crecimiento económico, el impacto de la migración y la actividad inversora en el empleo o su "protección" ante las consecuencias por los aranceles de Estados Unidos.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha señalado que la nota de deuda de 'A' a 'A+' es una "buena noticia". "Esta mejora en la calificación es el reflejo de la fortaleza de nuestra economía", ha indicado en un vídeo publicado en 'X'.
Cuerpo también ha afirmado que España va a registrar este año "una vez más" el "mayor crecimiento entre las economías avanzadas del mundo", todo ello "a pesar del contexto internacional incierto y la ralentización económica de nuestros principales socios".
Al respecto, la agencia prevé que el crecimiento económico de España se sitúe en el 2,6%, "tres veces la media de la zona europea", al favorecerle "la inmigración --principalmente procedente de América Latina--, la actividad inversora y las reformas estructurales previas", que han contribuido al "crecimiento del empleo y la demanda interna".
El informe también subraya que la "década de desapalancamiento del sector privado ha dado lugar a una notable mejora del balance externo" de España, "reduciendo la sensibilidad de la economía a cambios repentinos en las condiciones de financiación externa y mejorando su resiliencia general ante las crisis económicas". Así, también prevé que el desempleo baje por debajo del 10% en 2028, "un nivel que no se alcanzaba desde 2007".
En este contexto, S&P también justifica la nota de deuda pues argumenta que la economía española, basada en los servicios y con una exposición comercial limitada a Estados Unidos, "la protege de las consecuencias inmediatas de los aranceles estadounidenses".
La agencia, no obstante, avisa de que rebajaría las calificaciones si "los resultados presupuestarios", en un escenario sin cuentas públicas, revierten "las recientes mejoras en la dinámica de la deuda externa y pública". "Esto podría deberse a desviaciones presupuestarias en un contexto de elevada fragmentación política, o si las tensiones comerciales erosionaran significativamente los superávits por cuenta corriente de España", apunta.
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