Concluye la vendimia en DO Bierzo con 10 millones de kilos, un 34% más, y augura una añada "de gran calidad"
La Denominación de Origen Bierzo ha finalizado la vendimia de 2025 con un total de 10.687.452 kilos de uva recogidos de los que el 93,10% --9.950.326 kilos-- están amparados por este marchamo de calidad, lo que supone un incremento del 33,95% respecto a la cosecha de 2024 y aunque se sitúa un 5,01% por debajo de la media de las últimas cinco campañas.
El Consejo Regulador ha confirmado al respecto la recuperación y la estabilidad productiva del viñedo berciano, tras los daños meteorológicos de la campaña anterior.
Por otro lado, ha destacado que la "excelente calidad" de la uva y el "notable aumento" de la producción con respecto a la campaña anterior y ha augurado que el "excelente estado" sanitario del viñedo y la recolección "en el momento óptimo de maduración" anticipan una añada "de gran calidad".
Por variedades, la mitad de los kilos recolectados en 2025 han correspondido a uva mencía, con 5.208.917 kilos, seguida de godello, con 3.841.481, con el resto del debajo del millón: 598.734 kilos de palomino, 220.556 de doña blanca, 45.880 de garnacha tintorera, 17.587 de malvasía, 12.125 de estaladiña y 5.046 de merenzau.
El Consejo Regulador de la DO Bierzo ha explicado que la vendimia de 2025 se ha desarrollado entre los días 17 de agosto y 13 de octubre, "en un proceso largo, pausado y muy selectivo" para recolectar cada variedad "en su punto óptimo de maduración".
Respecto al año agrícola, ha recordado que la mayor parte de las precipitaciones se concentraron durante los meses de otoño, invierno y la primavera cuando se acumularon 650 litros por metro cuadrado, cantidad normal para la zona.
A esto han añadido que el invierno no fue particularmente frío y han explicado que la brotación se inició la primera semana de abril y la floración la primera de junio, con una evolución general normal, aunque en zonas afectadas por el granizo y el mildiu del año anterior se observó "cierta irregularidad" en la formación de racimos.
Por su parte, el verano fue "muy seco y cálido" con temperaturas muy elevadas y sin apenas lluvias desde el 19 de junio, lo que hizo que se produjera un adelanto en la fenología con "cierto estrés hídrico" que ralentizó el metabolismo de las cepas al final del ciclo. Finalmente y según han explicado desde la DO Bierzo las condiciones climáticas favorables hicieron que la vendimia se realizara con calma.
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