La EBA afirma que la rentabilidad de la banca es "sólida", pero alerta de los riesgos geopolíticos y de deuda

La ratio de capital CET1 de la banca española es la más baja de los países analizados, un 13,2%, frente al 16,3% de media

La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) ha informado este jueves de que la rentabilidad de la banca europea sigue siendo "sólida" y que las ratios de capital alcanzaron niveles récord, pero ha advertido de la "alta vulnerabilidad" del sector a la inestabilidad geopolítica y comercial, así como a los crecientes niveles de deuda soberana.

Según el informe publicado sobre la salud del sector y los retos que enfrenta, la rentabilidad financiera (RoE) se quedó en el segundo trimestre de 2025 el 10,7%, casi dos décimas menos que hace un año, pero sin "signos obvios de deterioro".

Pese a la disminución del 2,9% en los ingresos netos por intereses, los bancos mantuvieron altos los beneficios gracias a las comisiones y al control de los costes. Se ha registrado un incremento de los activos ponderados por riesgo (RWA) a causa de los riesgos operativos.

Después, la EBA ha indicado que la eficiencia de gasto se ha convertido en una prioridad para mantener a flote la rentabilidad, lo que abre la puerta a un papel más importante para la automatización y la digitalización.

La ratio de capital CET1, que mide los activos de mayor calidad, se ha situado en máximos históricos del 16,3%, 23 puntos básicos más. Esta tasa equivaldría a unas reservas de 1,647 billones de euros, un 5% más, ante el repunte de los beneficios no distribuidos.

En el caso concreto de España, el documento publicado muestra que el país contó en junio con la CET1 más baja de entre las 25 naciones analizadas, un 13,2%.

La ratio de cobertura de liquidez (LCR) europea se redujo al 161,7% y el coeficiente de financiación estable neto (NSFR) al 127,2%. En diciembre de 2024 estaban en el 163,2% y el 127,6%, respectivamente.

Aun así, las ratios de liquidez se mantienen muy por encima de los requisitos regulatorios. Sin embargo, las reservas se han desplazado hacia activos soberanos, lo que aumenta la sensibilidad a la volatilidad del mercado.

Además, algunos bancos podrían encarar riesgos de financiación y liquidez en moneda extranjera, especialmente en dólares estadounidenses. El creciente interés por las 'stablecoins' podría afectar a la gestión de amenazas a largo plazo.

Si bien la concesión de préstamos a empresas fue "débil", el crecimiento de los activos se vio impulsado por las hipotecas y el aumento de los créditos a instituciones financieras no bancarias (NBFI) no domiciliadas en el Espacio Económico Europeo. La exposición a deuda soberana creció "considerablemente", pero el sesgo nacional está retrocediendo.

La recuperación del sector inmobiliario y la fortaleza del empleo también contribuyeron a la estabilidad de la calidad de los activos. No obstante, aunque los ratios de morosidad (NPL) sigan siendo bajos (1,8%), la proporción de préstamos de fase 2 del 9,4% es "elevada", sobre todo, en los segmentos inmobiliario comercial y de pymes.

RIESGO GEOPOLÍTICO Y COMERCIAL
La EBA ha destacado que la inestabilidad geopolítica, las tensiones comerciales y una deuda soberana al alza están incrementando los riesgos para los bancos europeos, lo que se traduce en primas de riesgo más elevadas para los bonos del Estado y una mayor volatilidad en los mercados financieros.

"Los bancos de la UE/EEE siguen siendo muy vulnerables a las perturbaciones externas debido a la incertidumbre reinante", ha resumido el documento publicado.

Los riesgos geopolíticos y geoeconómicos afectarían ahora no solo al mercado, sino también a la calidad de los activos bancarios, las estrategias crediticias y la gestión de riesgos. En respuesta, la EBA ha constatado que las entidades están reforzando la gobernanza, mejorando la diligencia debida e incorporando la planificación de escenarios.

Asimismo, los riesgos operativos siguen siendo importantes ante las amenazas cibernéticas, de fraude y los riesgos legales. Los ataques DDoS y de 'ransomware' son muy frecuentes, pero la Ley de Resiliencia Operativa Digital (DORA) está mejorando la respuesta ante posibles incidentes. La externalización y la dependencia de terceros son motivos de "creciente preocupación".