Así las cosas, con la reunión, han acabado ganando tiempo ambos interlocutores, antes de entregar la "patata caliente" a un grupo reducido de sabios del propio partido para que definan qué han de hacer ambas partes para no tirarse los trastos a la cabeza en el futuro.
Según ha explicado Miquel Iceta, dicha comisión estará formada por "tres o cuatro miembros de cada una de las organizaciones" y se debería llegar a una conclusión en dos meses.
El congreso de los socialistas catalanes ha aprobado la ponencia en la que apuesta por mantener la relación con Ferraz y estrechar vínculos con el nuevo partido de izquierdas que está impulsando Ada Colau.
Iceta está perfilando una Ejecutiva "integradora" con la líder del partido en el Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, como figura relevante, además de Parlon; su homóloga en Sant Boi de Llobregat, Lluïsa Moret; el eurodiputado Javi López y el exsenador Carles Martí.
Me duele decirlo, pero por mucho Congreso que se celebre, esto pinta a inmersión sumisa tipo Collboni en el nuevo partido de la Colau, soberanista y ‘cupero’, aunque los asesores de la alcaldesa no quieran todavía reconocerlo.
Si Miquel Iceta es capaz de conjugar, en la confección de la Ejecutiva, experiencia, juventud, ideología y capacidad de gestión la cosa puede funcionar. Si, además, logra que la personalidad y el discurso del PSC se perfilen con nitidez hay socialismo catalán para rato.
Uno se pregunta por el interés que tienen los actuales socialistas catalanes del PSC en romper con sus compañeros del PSOE, ahora que miles de socialistas han abandonado el partido y a sus dirigentes para votar a Ciudadanos o a Podemos.
De la reunión en Ferraz, lo único que se espera este domingo es una declaración de consenso en favor de una fórmula inconcreta para que el líder del partido que ganó las últimas elecciones pueda ser investido de nuevo Presidente.
Tomen nota, queridos amantes de las emociones fuertes, que esto del PSC no ha hecho más que comenzar y desde luego... promete.
El actual primer secretario de los socialistas catalanes revalida su mandato | Promete una dirección "coral" y un PSC unido que vuelva a liderar la izquierda.
El PSC, dicen en Ferraz, es un "daño colateral" que les queda tras el trauma de la salida de Pedro Sánchez.
En el caso de Pedro Sánchez, las discrepancias con la otra parte del partido empezaron a gestarse en las primeras elecciones, en donde obtuvo unos resultados malos y se saltó a aquellos que le habían apoyado en contra de su adversario, Eduardo Madina, y se rodeó de una serie de incompetentes que le hicieron sentir el rey del mambo.
Este viernes asistió a un acto de homenaje en Mataró al exdiputado, exdelegado del Gobierno en Catalunya y exalcalde de Caldes d'Estrac Joan Rangel.
"Decimos 'sí' a Catalunya y a España, y por eso decimos 'no' a Rajoy", ha dicho este sábado en Gavà (Barcelona), a una semana del Comité Federal de su partido.
Oficialmente ya se ha dado el pistoletazo de salida para las primarias del PSC con dos candidatos que aspiran a ganarlas: Nuria Parlon y Miquel Iceta.
Núria Parlon, rodeada de su guardia “pretoriana”, se ha presentado ante los medios de comunicación para decir lo que ya todos sabían: que se presenta a las primarias para competir con Miquel Iceta
Dicen que la política suele hacer extraños compañeros de viajes y en el caso que nos ocupa se cumple a pies juntillas esta máxima. Los intereses de Susana Díaz y Núria Parlón están a miles de kilómetros de distancia y no digamos los posicionamientos ideológicos mucho más, aunque las dos se dicen socialistas.
Merecen seguir entrenando al equipo y enviar al banquillo a los que buscan, desde la molicie, chivos expiatorios.
Lo de transversalidad, en los tiempos que corren,hay que dejárselo para su exhaustivo estudio, sin subvención pública posible, a la Fundación Trias Fargas o a su rival la Rafael Campanals, que ambas son refugio de eruditos y eminentes conocedores de la sabiduría política, que seguro encuentran la forma de explicarnos el fenómeno haciéndolo compatible con el independentismo, para mayor satisfacción de la renovada Convergència o de la actual ejecutiva del PSC.
El PSC debe hacer una amplia y profunda reflexión sobre lo que es, lo que no es, cuál es su espacio electoral y quiénes son sus votantes. No puede continuar en esa situación de indefinición, de medias tintas, de callar cuando debería hablar y de hablar cuando no toca. Ese complejo que tienen de incomodar, de molestar, de no decir lo que sus votantes esperan, es desesperante y descorazonador.