Confieso mi ignorancia sobre la existencia de este animalito; no sé cómo he podido vivir tantos años sin celebrar cada 9 de Mayo su Día Internacional. Doy las gracias al organismo donde se cuecen estas conmemoraciones que me imagino compuesto por sabios componentes cercanos al grupo de científicos de “The Bing Bang Theory” y merecedores de un salario importante por despertarnos cada día con un “Día” dedicado a las cuestiones más insospechadas.
El Binturong es un bicho indeciso en su morfología; es el vivérrido de mayor tamaño de su especie; negro y de bigotes blancos; se reproduce con dificultad, supongo que por el carácter huidizo de las hembras, hartas de soportar las largas uñas del macho sobre sus lomos.
Indeciso, como dije antes, sobre su propia existencia, el binturong no acaba de definirse como gato o como oso; lo mismo come fruta que pequeños bichos y la hembra tiene un pseudopene que le crea constantemente dudas sobre si dejar que el macho la monte o montarlo ella. No sé qué están esperando los zoológicos donde habita la especie para pedir una subvención que permita contratar psicólogos que resuelvan la incertidumbre de la pobre binturong y no he visto en el programa de ningún partido la defensa de este presupuesto tan necesario.
¡Ah! Parece ser que las contradicciones de la especie pueden causar la extinción de tan simpático animalillo; hecho que puede contagiarse a las formaciones políticas que andan en dificultades para decirnos qué coño representan.
Escribe tu comentario