De momento, ningún diario o TV de prestigio internacional se está haciendo eco del juicio -excepto Le Monde y Político- | El juicio ha empezado con 50 minutos de retraso.
"Al pueblo hay que darle pan y circo", decían los emperadores romanos. Aquí tenemos circo y, el pan, que se lo busquen. La historia se repite con frecuencia, salvando la distancia de los siglos.
El TSJC ha considerado que Rajoy y Catalá, también llamado a declarar como testigo, son "absolutamente ajenos al objetivo de la presente causa".
El Supremo entiende que en la querella presentada por la antigua Convergència no existen indicios de delito y que las grabaciones, al obtenerse de manera ilegal, pudieron ser manipuladas.
El TSJC ha decidido que se les juzgará por delitos de desobediencia y prevaricación, por lo que se prevé que únicamente se les aplique penas de inhabilitación.
El escrito de acusación señala que el expresidente de la Generalitat de Cataluña desobedeció intencionadamente el mandato del Tribunal Constitucional al seguir adelante con la consulta del 9N.
El Tribunal Superior de Catalunya confirma también la acusación a la exvicepresidenta Joana Ortega y la exconsellera de Enseñanza Irene Rigau | Señala que no es una causa política.
Dice un refrán popular que “quien a hierro mata a hierro muere”. Eso es lo que les puede suceder a los independentistas catalanes con respecto al TC, al que se han tomado como una chirigota de Cádiz y eso que no estamos en carnavales.
Al Partit Demòcrata Catalá (PDC) no le dejan ni nacer. El nombre crea controversias, las candidaturas iniciales sarpullidos y el lanzamiento se mueve entre el ruido mediático de quienes no caben en el proyecto porque se les pasó el arroz o el de aquellos que se van porque no entienden que el espacio electoral que se pretende ocupar es exactamente el mismo que el de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
A nadie se les escapa que CDC no se encuentra en sus mejores tiempos, en ningún sentido; político, económico, de credibilidad, y modelo de nada. ¿Todos los miembros del partido están en entredicho. No, hay gente muy honesta, válida y que está en política porque se lo cree.
El magistrado que investiga la causa del 9N ha desestimado la petición de sobreseimiento que habían solicitado las defensas y los acusa de presunta desobediencia y prevaricación administrativa.
Los de Rivera buscan proyección internacional en la cúpula de la tercera familia política de la UE y pueden relegar a Convergència, la única que hasta ahora ocupaba puestos directivos en representación de España.
El fin de semana ha sido fructífero en noticias políticas. La ANC, como ya viene siendo habitual, ha realizado su cónclave sabiendo quién iba a ganar: Jordi Sánchez, la persona de Carmen Forcadell, que cuenta también con las simpatías de una buena parte de CDC. Fuera del núcleo duro queda Liz Castro, del sector crítico, que siempre gana, pero los 77 ilustres la han devuelto a la vida terrenal. Pero, eso sí, todo muy democrático y con urnas.
Esa es la palabra mágica que acaba de regalarnos el expresidente de la Generalitat Artur Mas para calificar el hecho inapelable de que las bases de la CUP hayan decidido pedirles a sus representantes parlamentarios que rompan el pacto que firmaron in articulo mortis conel propio Mas y ERC para salvar el famoso "proces".