Bruselas pide reducir la entrada de acero sin arancel y gravar un 50% el resto para frenar a China
La Comisión Europea presenta este martes los detalles de su plan para proteger al acero europeo del "impacto injusto de la sobreproducción global" y que pasa por reducir a la mitad la cuota de producción exterior que puede entrar al mercado comunitario libre de aranceles y por doblar, hasta el 50%, el impuesto sobre los contingentes que excedan ese umbral.
"Para salvar nuestro acero y nuestros empleos, proponemos reducir a la mitad la cuota de acero importado desde el exterior y doblaremos del 25 al 50% los aranceles (sobre los contingentes fuera de cuota)", ha anunciado el vicepresidente de la Comisión Europea de Prosperidad y Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné, en un mensaje en redes sociales para anunciar la medida.
La iniciativa ha sido adoptada este martes por el Colegio de Comisarios, pero su forma definitiva debe ser aún negociada entre el Consejo (gobiernos) y la Eurocámara. Bruselas espera que esté en vigor a tiempo para reemplazar la actual salvaguarda, que expira el próximo junio.
Los servicios comunitarios calculan que, gracias a la salvaguarda provisional que permite a la UE cobrar un arancel del 25% al acero extranjero, se ha podido reducir la entrada en un 15% desde el pasado abril. Sin embargo, estas cuentas son insuficientes para la industria y además el mecanismo dejará de aplicarse el próximo verano.
Por ello, el Ejecutivo comunitario plantea ahora hacer permanente esta salvaguarda con porcentajes más elevados, de modo que la UE pueda tasar con un 50% las importaciones de acero una vez se superen los contingentes libres de gravamen fijados. Además, quiere que esa cuota de importación que permite la entrada de acero sin arancel se recorte drásticamente, a la mitad.
El objetivo es elevar la carga sobre las importaciones a un nivel similar al que aplican ya Estados Unidos o Canadá a las producciones chinas. Los principales proveedores de acero para la UE son, junto a China, Turquía, India, Corea, Vietnam, Japón, Reino Unido y Ucrania.
En una comparecencia ante la comisión mixta para la UE del Congreso y el Senado en España la semana pasada, Séjourné avisó de que en Europa "no hay competitividad para el acero" porque a escala global compite en un mercado "totalmente libre" en el que China puede ofrecer una tonelada de acero a un precio de entre 200 y 300 euros gracias a las subvenciones estatales y Europa lo vende a 500 o 600 euros.
Consideró también que el acero es parte de la soberanía nacional y justificó medidas proteccionistas porque "sin acero" no funcionarían otras industrias clave como la del automóvil o la de la defensa.
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