La inversión tecnológica en España crecerá un 18% en 2025, hasta los 1.735 millones de euros, según Atomico
La inversión tecnológica en España alcanzará los 2.000 millones de dólares (1.735 millones de euros al cambio) en 2025, un 18% más que el año anterior, según un informe elaborado por la firma de capital riesgo Atomico, que de este modo ha situado al país ibérico como el séptimo mercado europeo por volumen de financiación.
El estudio ha destaca que España se consolida como uno de los ecosistemas "más dinámicos del sur de Europa", con una docena de unicornios -compañías que alcanzan una valoración de 1.000 millones- entre los que figura vLex, que "combina IA con la mayor base de datos jurídica del mundo para transformar la investigación y práctica legal".
Entre las operaciones recientes citadas por el informe, han sobresalido los 208 millones de dólares (180 millones de euros) captados por Multiverse Computing y los 120 millones (105 millones de euros) levantados por Factorial en marzo de 2025.
En el conjunto del sur de Europa, la inversión prevista para 2025 ha ascendido a 2.900 millones de dólares (2.500 millones de euros), situando a la región como la quinta área del continente con mayor financiación.
El informe ha situado a Europa ante "un momento decisivo", en tanto que el valor del sector tecnológico continental roza ya los 4 billones de dólares (3,5 billones de euros), equivalente al 15% del PIB europeo, y el número de empresas tecnológicas financiadas alcanza casi las 40.000, frente a las 13.000 registradas en 2016.
Sin embargo, Atomico ha alertado de que las barreras estructurales y regulatorias podrían hacer que la región "deje escapar billones en crecimiento económico futuro" si no actúa con rapidez.
"La tecnología ya no es un sector, es la fuerza que está redefiniendo cómo gobernamos, cómo nos defendemos, cómo generamos energía o gestionamos la salud", ha señalado el socio y jefe de inteligencia de Atomico, Tom Wehmeier.
"La soberanía tecnológica no va de proteccionismo, sino de capacidad y elección. Europa debe construir la confianza, el capital y las condiciones necesarias para liderar con autonomía y definir su propio futuro", ha comentado.
El documento ha identificado cuatro prioridades para impulsar la competitividad tecnológica europea: simplificar y unificar el marco regulatorio bajo una estructura común tipo 'EU Inc'; atraer y retener talento mediante un visado tecnológico único y mayor movilidad laboral; movilizar capital europeo --especialmente el procedente de fondos de pensiones-- para profundizar los mercados financieros; y fortalecer la cultura del riesgo con una regulación que facilite volver a emprender tras un fracaso.
En el caso español, el empuje de la IA y el 'deep tech', que concentran el 36% del capital de riesgo europeo, han reforzado su papel como referente regional en sectores estratégicos; así, España ha captado el 5,5% de las primeras contrataciones internacionales de 'startups' europeas en fase 'Serie A', lo que, según Atomico, evidencia su atractivo como acceso al mercado hispanohablante.
Por otra parte, el 39% de los encuestados en España se ha mostrado más optimista sobre el futuro tecnológico europeo que el año pasado, mientras que el 44% ha mantenido el mismo nivel de confianza y el 18% se ha declarado menos optimista.
"El talento y la ambición están aquí. Lo que falta son las condiciones para que ese potencial se traduzca en liderazgo global", ha afirmado la ejecutiva en Atomico, Sarah Guemouri.
En un plano más amplio, el informe ha subrayado la transformación del ecosistema europeo, que ya cuenta con 2.850 inversores activos --más del doble que hace una década-- y 400 unicornios, el 7% de ellos surgidos en 2025. En el sur del continente operan 25 unicornios, con Portugal, Italia y España como polos destacados.
Por último, el estudio ha asegurado a favor de la industria de inversión del Viejo Continente que el capital riesgo europeo ha superado en rentabilidad al estadounidense a diez años vista, mientras que la participación del Fondo Europeo de Inversiones en la región ha pasado del 8% al 24% en un año.

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