La obesidad y los niveles elevados de glucosa en sangre se consideran factores de riesgo para desencadenar enfermedades coronarias, como accidentes cardiovasculares o cardiopatía isquémico en jóvenes, así quisieron observar si también lo era en el caso de la Covid-19 en pacientes jóvenes.Para averiguar si la obesidad, la diabetes y la presión arterial elevada influyen en la gravedad de la COVID-19 y aumentan la mortalidad asociada, investigadores del Centro Alemán de Investigación de la Diabetes (DZD), el IDM (Instituto de Investigación de la Diabetes y Enfermedades Metabólicas del Centro Helmholtz de Múnich) en la Universidad de Tübingen), y el Centro Alemán para la Investigación de Infecciones (DZIF), entre otras instituciones, analizaron las muestra en un estudio reciente basado en datos de la Encuesta abierta europea Lean para pacientes infectados por SARS-CoV-2 (LEOSS)."Los resultados mostraron que la obesidad, el metabolismo alterado de la glucosa en sangre y la presión arterial alta tienen un efecto aditivo en la mortalidad relacionada con la COVID-19, especialmente en pacientes jóvenes y de mediana edad con COVID-19", ha señalado el profesor Norbert Stefan, primer autor del estudio.Además, se encontró que los pacientes de este grupo de edad con las tres condiciones preexistentes tenían un riesgo de muerte similar al de las personas mayores (56-75 años), que eran metabólicamente sanas y no obesas."Por lo tanto, es particularmente importante intensificar el seguimiento médico y la terapia de los pacientes más jóvenes con COVID-19 cuando hay obesidad, diabetes o presión arterial elevada", dijo el último autor del estudio, el profesor Andreas Birkenfeld, director médico de la Clínica Médica IV de la Universidad de Tübingen, jefe del IDM y portavoz del DZD.Sobre la base de su gran experiencia sobre el importante papel de la obesidad y el metabolismo alterado en el desarrollo de enfermedades cardiometabólicas, ambos investigadores abordaron estos riesgos y estrategias para mitigarlos ya temprano en el curso de la pandemia de COVID-19.
Investigadores del Institut Universitari per a la Recerca a l'Atenció Primària Jordi Gol (IDIAPJGol) han concluido que la obesidad y el sobrepeso infantil se redujeron "ligeramente" en España entre 2005 y 2017.
Un informe de la OCDE advierte que en las próximas tres décadas se esperan 93 millones de muertes por sobrepeso y enfermedades asociadas. La solución podría ser el etiquetado del producto.
España, Grecia e Italia son los países que registran una mayor tasa de niños gravemente obesos debido al declive de la dieta mediterránea, según un informe de la OMS.
¿Cómo quema grasa el cuerpo? Según los científicos, una molécula especial podría desempeñar un papel clave.
El sobrepeso es responsable del 3.9% de los cánceres del mundo, y la prevalencia aumenta rápidamente en la mayoría de los países de todos los grupos de población, anunció la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
La exposición sostenida al ruido es un problema de salud pública muy extendido y más grave de lo que se cree, ya que genera estrés y afecta al sueño.
Algunos animales estacionales pueden ajustar su apetito para que no tengan hambre cuando haya menos comida disponible. Esto puede ayudarnos a entender nuestra propia fisiología.
Se sabe que la obesidad es un factor de riesgo para desarrollar asma, pero un nuevo estudio muestra que también sucede al revés: las personas con asma registran más probabilidades de convertirse en obesas.
Danny Mabley es un chico canadiense que decidió dar un cambio radical a su vida.
La ropa de tallas grandes y modelos con sobrepeso como Ashley Graham pueden estar normalizando la obesidad, ya que un número cada vez mayor de personas no se dan cuenta de que tienen sobrepeso.
Un estudio afirma que algunas calorías son más dañinas que otras. La misma cantidad de calorías puede ser perjudicial o beneficiosa según el alimento.
El hambre hedónica, las ganas de comer por placer, no es la única responsable de la obesidad, según un nuevo estudio.
El sobrepeso y la obesidad es uno de los mayores problemas de la salud pública, según la Organización Mundial de la Salud.
Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) ha identificado una proteína que controla la destrucción de la grasa y podría servir como futuro objetivo terapéutico para reducir la obesidad.
Entre los 20 países más poblados, el nivel más alto de obesidad entre los niños y los adultos jóvenes fue en Estados Unidos, con casi el 13 por ciento. Las tasas más bajas fueron en Bangladesh y Vietnam (1%).
SEEDO, a través de su fundación y con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha puesto en marcha el proyecto 'Prevención de la Obesidad. Aligera tu vida' con una duración de dos años.
En Asturias solo IU apuesta por la medida y el Gobierno vasco ni se lo plantea. Otras comunidades aún no han debatido el tema.
Científicos españoles investigan formas de incorporarlos a la alimentación, por ser una fuente de fibra sostenible, y han conseguido incluso un buen sabor.