Arriba y abajo

Leo, con detenimiento, el informe del Ministerio del Interior sobre el "balance de la criminalidad" en España; ese que en algunos periódicos se titula "En España se roba menos" y que, con respeto para el titulador, me produce una mueca parecida a una sonrisa.

Leo, con detenimiento, el informe del Ministerio del Interior sobre el "balance de la criminalidad" en España; ese que en algunos periódicos se titula "En España se roba menos" y que, con respeto para el titulador, me produce una mueca parecida a una sonrisa.

Razón tiene quien así encabeza el detalle del "Balance" pues ni fuerzas quedan a los chorizos patrios para levantar carteras o afanar bolsos; mucho menos apiolar a turistas cámaras fotográficas y otros adminículos por las que ya no pagan ni para comprar un bocadillo.

Para compensar el descenso delictivo del que alardea el Ministerio del ramo, por las alturas hacen lo que pueden para que la estadística que recoge los robos no sufra menoscabo. Sustituyen a los del "patio de monipodio", desarrapados, lázaros y otros pícaros señorones de corbata y traje carísimo, butacón y cargo de tronío que no necesitan salir de su despacho para levantarse cantidades asombrosas con absoluta impunidad.

Gracias a estos esforzados pisadores de moqueta, España, diga lo que diga la estadística, sigue siendo un lugar confortable para llevárselo calentito y no recibir el peso de la ley. Dos son, si no llevo mal la cuenta, los que ocupan plaza entre las rejas: Bárcenas y Mata; otras decenas andan en pleitos y recursos varios y campan orgullosos por los lugares de veraneo sin que nadie les coloque unas "pulseras".

Cajas de ahorro abiertas en canal y rescatadas con impuestos de todos (Va para cinco años la de Castilla La Mancha) esperan en sus tristes arcas que quienes las llevaron a la ruina devuelvan lo afanado.

Razón tiene el informe de Interior, por abajo, en España, cada vez se roba menos. Espero que, a la mayor brevedad, nos informen lo que hacemos con los de arriba.